Cómo hacer atractivo un terreno para su venta: claves para destacar un espacio sin construir

Vender un terreno puede parecer un desafío cuando, a simple vista, no hay una construcción que muestre su potencial. Sin embargo, los terrenos tienen un valor único: ofrecen libertad total para desarrollar proyectos a medida. La clave está en saber comunicar ese potencial y destacar los elementos más atractivos para compradores e inversionistas. Aquí te presentamos las estrategias más efectivas para lograrlo.

 1. Aprovecha el valor de las medidas y el diseño del terreno

Uno de los primeros factores que los compradores analizan son las dimensiones, la forma y el aprovechamiento real del terreno. Un terreno bien proporcionado, con frente amplio, orientación favorable o topografía nivelada puede ser mucho más valioso que uno con construcción obsoleta.

Por ello, es importante presentar con claridad:

 Medidas exactas (frente, fondo y superficie total).

 Plano catastral, croquis o levantamiento topográfico.

 Posibilidades de uso del espacio, como distribución posible para casa, bodega, local comercial, departamentos o áreas verdes.

Aun si el comprador no es experto, visualizar la forma y el tamaño le permite proyectar lo que podría construir ahí. Una representación gráfica profesional o un render básico puede marcar una diferencia significativa.

 2. La ubicación: el mayor punto de venta

En bienes raíces, la ubicación es el factor que más influye en el valor de una propiedad, y un terreno no es la excepción. El propietario debe destacar no solo la dirección del terreno, sino su contexto urbano, como:

 Conectividad con avenidas principales.

 Proximidad a escuelas, hospitales, supermercados y transporte público.

 Proyección de crecimiento de la zona.

 Nuevos desarrollos cercanos que puedan elevar la plusvalía.

Aunque el terreno en sí luzca “simple”, la ubicación puede convertirlo en una oportunidad estratégica para quienes buscan invertir a corto o mediano plazo.

 3. Explica claramente el uso de suelo

El uso de suelo es uno de los elementos más poderosos para atraer compradores, y muchas veces es también el más subestimado. Un terreno puede no tener construcción, pero puede permitir múltiples destinos: habitacional, comercial, mixto, industrial o turístico.

Al presentar el terreno, asegúrate de incluir:

 Tipo de uso de suelo permitido.

 Densidades o restricciones (número de niveles, metros construibles, coeficientes COS y CUS*).

 Posibles trámites o permisos adicionales según el tipo de proyecto.

Cuando el comprador entiende lo que puede construir legalmente, percibe el terreno como una oportunidad concreta, no como un lote vacío.

 4. Mantenimiento y presentación del lote

Un terreno limpio, desmalezado y delimitado genera mejor impresión que uno abandonado. Procura:

 Retirar basura o escombros.

 Colocar cercado o malla simple.

 Marcar el perímetro para que el comprador aprecie la extensión real.

 Mantener accesos despejados para visitas.

La primera impresión es determinante, incluso en terrenos.

 5. Destaca el potencial comercial o habitacional

Finalmente, no vendas solo el terreno: vende su futuro. Acompaña tu oferta con una narrativa que ayude al comprador a imaginar proyectos posibles: una casa familiar, un local rentable, un edificio de departamentos, un estacionamiento, un pequeño desarrollo, etc.

Si un terreno parece “vacío”, es porque aún no ha sido interpretado correctamente. Una presentación estratégica que destaque medidas, ubicación y uso de suelo puede convertirlo en una propiedad altamente deseable y acelerar su venta de forma segura.

* El COS (Coeficiente de Ocupación del Suelo) indica qué porcentaje del terreno puedes cubrir con construcción en planta baja. Es decir, qué parte será área edificada y qué parte deberá quedar libre. Si un terreno tiene 200 m² y el COS es del 60%, puedes construir 120 m² en planta baja y dejar el resto como área libre.

El CUS (Coeficiente de Utilización del Suelo) señala cuántas veces puedes construir el tamaño del terreno considerando los niveles permitidos. Si el CUS permitido es 1.8, significa que puedes construir hasta 360 m² en total, distribuido en uno, dos o más niveles (según las reglas de la zona).

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